Llamamos así a la penetración de cualquier objeto en los diferentes tejidos o cavidades del cuerpo. Puede ser a nivel del ojo, del oído, de la nariz, del aparato digestivo, del aparato respiratorio o a nivel de la piel. Este hecho es especialmente frecuente en los niños menores de 5 años, por su natural curiosidad a explorar su cuerpo y por tener algunos hábitos alimentarios y juegos poco recomendables.
¿Cómo se produce?
Los objetos introducidos pueden ser de diferente material, lo que puede condicionar alguno de los síntomas y complicaciones. Los de tipo orgánico (semillas, frutos secos, legumbres, insectos...) tienden a aumentar de tamaño con el tiempo con la humedad de las paredes que los albergan, empeorando la obstrucción y los síntomas derivados, y dificultando su extracción. Los de tipo inorgánico (virutas metálicas, huesos, canicas, alfileres, monedas, pilas...) pueden originar problemas al liberarse alguno de sus componentes, que pueden ser tóxicos, como en el caso de algunas "pilas de botón".
A medida que dicho cuerpo extraño pasa más tiempo en nuestro organismo, éste suele ir desarrollando una reacción defensiva ("reacción de cuerpo extraño") que trata de englobarlo y aislarlo. Cuando esto ocurre en la piel, puede ocasionar su liberación espontánea con el tiempo. En otras ocasiones, lo que hace es aumentar el volumen y ocasionar más problemas a nivel local.
Si se presencia "el accidente" o el niño nos los narra, podremos confirmar la existencia "de visu" del cuerpo extraño, o según la diferente localización del mismo, ser motivo de consulta al pediatra. En otras ocasiones dicho episodio va a pasar desapercibido, sin producirse la expulsión espontánea del cuerpo extraño del organismo, por lo que su permanencia va a dar lugar a una serie de síntomas, dependiendo de cuál haya sido el lugar de alojamiento:
- En la nariz: Posiblemente sea el lugar más frecuente de inserción de objetos extraños en la infancia. Si están situados en la zona inferior de los orificios nasales pueden ser vistos a simple vista. Pueden ocasionar sensación de taponamiento de uno de los orificios. En ocasiones están "ocultos" bajo un moco amarillo-verdosa, maloliente, que ocupa solo uno de los orificios.
- En los oídos: En 2/3 partes ocurren en niños menores de 8 años. Los niños pueden estar asintomáticos, o referir dolor local, tos persistente o hipo. Sin utilizar el otoscopio solamente suelen ser visibles los más externos. Los más profundos suelen ocasionar una disminución de la capacidad de audición en ese lado, así como una supuración maloliente, persistente a pesar de tratamiento antibiótico. Los insectos vivos son los objetos hallados con más frecuencia en niños mayores y adolescentes: pueden ser muy dolorosos, ocasionando además gran preocupación emocional. Las pilas de botón empleadas en relojes y prótesis auditivas suponen un riesgo apreciable, ya que pueden lesionar el conducto y el tímpano.
- En el aparato digestivo: Situación frecuente en la infancia, sobre todo por debajo de los 5 años, siendo las monedas los objetos más frecuentemente tragados. Tras tragar cualquier objeto de tamaño considerable (alimento, canica, moneda...) suele quedar con frecuencia una sensación molesta en el esófago (tubo que conecta la boca con el estómago), a cualquier altura entre el cuello y el abdomen. Suele ser una sensación transitoria, debida a la inflamación local, que va remitiendo progresivamente, sin impedir o molestar el tragar alimentos. En algunas ocasiones, debido a su tamaño o forma (bordes puntiagudos), pueden quedarse atascados en algún punto del aparato digestivo superior. Muchos de estos niños no presentarán síntoma alguno. Las espinas de pescado pueden quedarse clavadas en la garganta, en las amígdalas, produciendo molestias locales. Algunos objetos de mayor tamaño, pueden quedarse atascados en la porción superior o inferior del esófago: si es en las porciones superiores, presentarán babeo intenso, con dificultad para tragar incluso la saliva; en las porciones inferiores presentan dolor al tragar alimentos sólidos, vómitos y dolor abdominal en la boca del estómago. Un último punto de obstrucción posible es a nivel del píloro, (salida del estómago).
No suelen dar clínica alguna, pero en ocasiones pueden producir dolor abdominal y vómitos, si permanecen allí durante mucho tiempo. Una vez que el cuerpo extraño ha salido del estómago habitualmente no da problemas, siendo la norma su expulsión espontánea por heces en el plazo de 1-7 días. A pesar de la preocupación que origina el que el niño haya tragado un objeto afilado (alfileres, imperdibles...), es excepcional que produzcan una perforación digestiva, ya que los movimientos habituales del aparato digestivo suelen situar espontáneamente la parte afilada en dirección contraria a la progresión del mismo.
Un caso especial lo constituye la ingesta de "pilas de botón" (videojuegos, relojes, etc.). Si estas pilas quedan detenidas en el esófago o estómago pueden dar lugar a lesiones de sus paredes, por lo que se debe consultar con prontitud en un centro sanitario, ya que en ocasiones será preciso extraerlas.
- En el aparato respiratorio: La aspiración de cuerpos extraños ocurre en dos edades diferenciadas: un primer y más importante pico de incidencia ocurre durante el 2º año de vida, predominando el material orgánico (frutos secos); en la edad escolar se produce otro pico, aspirándose material escolar (clips, capuchones de bolígrafos...). Los síntomas vienen determinados por el tipo y tamaño del cuerpo extraño, la localización, el tiempo transcurrido hasta su extracción y el grado de obstrucción bronquial.
Cuando el material es orgánico (cacahuete, almendras, pipas...) causan en pocas horas o días una inflamación importante de las paredes de los bronquios. Además, al contacto con las secreciones de los bronquios, se pueden hinchar, aumentando de tamaño y haciendo mayor el grado de obstrucción. Por ello habitualmente dan síntomas continuos. Por el contrario, si los objetos inorgánicos son romos (no tienen puntas o no están afilados) y no llegan a ocluir por completo la luz bronquial, pueden no dar inicialmente síntomas o ser leves, como tos persistente.
Dependiendo de la intensidad de la obstrucción de la vía aérea, darán lugar a cuadros de disfonía (alteración de la voz), tos importante y continua y dificultad respiratoria, que pueden llegar a crisis de asfixia y muerte. Si no se diagnostican y se extraen pueden originar complicaciones a medio y largo plazo, manifestándose como crisis de tos o fatiga (asma) o infecciones respiratorias (bronquitis, neumonías) de repetición, con mala respuesta a los tratamientos habituales.
- En el ojo: Se suelen localizar fundamentalmente bajo el párpado superior, donde pueden ser visibles virutas metálicas u otros pequeños objetos. Pueden originar una inflamación de la conjuntiva (conjuntivitis) o de la córnea (queratitis), con o sin herida corneal asociada. El ojo suele estar rojo, con lagrimeo aumentado, picor o dolor, fotofobia (las molestias aumentan con la luz intensa), y dificultad para la visión. Si se infectan pueden dar lugar a producción de legañas verdosas.
- En la piel: En ocasiones, especialmente tras caídas o accidentes, algunos objetos se pueden introducir debajo de la piel (piedrecitas, cristales, objetos metálicos...), que serán evidentes al tacto. En muchas ocasiones el cuerpo las va englobando en un quiste indoloro, o se expulsa espontáneamente con el tiempo. En otras ocasiones se infecta (la zona se pone roja, caliente, dolorosa al tacto, aumentando en extensión).
¿Cómo confirmar el diagnóstico?
Si no es apreciable a simple vista será siempre necesaria la valoración médica, que no es preciso que se realice de forma urgente, excepto en los casos que luego se mencionarán.
Ante la sospecha clínica de una aspiración de cuerpo extraño se debe realizar un estudio radiológico especial.
Actualmente se recomienda realizar un estudio radiográfico a todos los niños con sospecha de haber tragado un cuerpo extraño metálico, ya que hasta un 30% de las monedas alojadas en el esófago no producen inicialmente ningún síntoma. En algunos centros se está empezando a utilizar detectores de metales para su diagnóstico.
Será necesario la valoración por un pediatra en el caso de sospecha de que el objeto extraño se haya alojado en la nariz, oído, ojo o piel, tras inspección con los medios oportunos.
En general, ante la sospecha de un cuerpo extraño en cualquier localización, será precisa la consulta temprana con el pediatra que será urgente en aquellos casos que se sospeche que el cuerpo extraño esté en las vías respiratorias.
- En la nariz: Se puede intentar desalojarlo en casa, taponando con un dedo el orificio nasal opuesto a donde se piensa que está el cuerpo extraño y en esta posición, haciendo soplar al niño con fuerza, hacia fuera, durante varios intentos. Si no aparece se recomienda consultar al pediatra.
- En el oído: La extracción puede ser potencialmente dolorosa y traumática, pues la piel de esa zona es muy sensible y además se corre el riesgo de introducir aún más el objeto, por lo que es conveniente siempre acudir al pediatra. No se debe irrigar el conducto auditivo externo cuando se trate de pilas u objetos higroscópicos (vegetales y otros alimentos).
- En la vía respiratoria: No se debe intentar la extracción manual a ciegas de un objeto alojado en la garganta, excepto si es fácil de ver y extraer, pues se corre el riesgo de empeorar la obstrucción. Hay que hacer toser con fuerza al niño, que debe inclinarse hacia delante, pudiendo ayudarle dándole golpes secos con el talón de la mano en la zona de la espalda entre las dos escápulas. En situaciones de urgencia, con cianosis (labios o piel amoratados) y crisis asfícticas están indicadas las maniobras de expulsión o de Heimlich: Se abraza al niño desde detrás, pasando nuestros brazos por debajo de sus axilas y realizando series de 5 compresiones bruscas con las dos manos entrelazadas, en un punto intermedio entre el ombligo y el final del esternón, en dirección ascendente (Ver Figura). Hay que insistir en la conveniencia de acudir a un pediatra si se produce un episodio de atragantamiento, aunque aparentemente haya expulsado algún fragmento por la tos, ya que pueden haberse quedado restos. Si la exploración física y/o la radiología son muy sugerentes de haberse producido la aspiración, aunque no haya evidencia del episodio de aspiración, en general, el cirujano infantil, realizará la exploración de los bronquios en quirófano, bajo anestesia general, utilizando un aparato llamado broncoscopio, y si lo localiza lo extraerá.
- En la vía digestiva: En general, si el cuerpo extraño es visible a los rayos X (sobre todo los metálicos), se practicarán radiografías para intentar localizar donde se encuentra alojado. Si se encuentra ya en el estómago y el niño no presenta síntoma alguno (vómitos, dolor abdominal), en general, el cuerpo extraño será expulsado espontáneamente sin problemas en el transcurso de una semana. El pediatra, recomendará control domiciliario de las deposiciones, dieta rica en fibra (espárragos y puerros) y, en ocasiones, un jarabe laxante. Si no se ha constatado la eliminación del CE en el plazo de 7-15 días se debe repetir el estudio radiológico. Si por el contrario, está emplazado por encima del estómago será necesario su extracción. En el caso de pilas localizadas en el esófago está indicada siempre la extracción urgente (antes de las 4 horas de la ingestión). Lo mismo ocurre si están en estómago y el diámetro es > 15 mm.
- A nivel ocular: Se puede irrigar el interior del ojo con suero fisiológico o agua para intentar arrastrar el objeto. En cualquier caso es conveniente la valoración por un oftalmólogo por si quedaran restos, no se hubiera podido extraer o tuviera complicaciones (úlceras, infecciones) que precisaran tratamiento específico.
- A nivel de piel: Se puede frotar vigorosamente la zona con suero fisiológico o cualquier solución antiséptica para tratar de desprenderlo. Si no se consigue habrá que consultar al pediatra para valorar seguir una actitud expectante, a la espera que se vaya desprendiendo espontáneamente, o una extirpación quirúrgica.
¿Cómo lo evito?
- Evitar que los niños menores de 5 años tengan canicas o juegos de piezas pequeñas, que puedan caber por sus orificios
- Desaconsejar la extendida costumbre de dar de comer aperitivos de pequeño tamaño (pipas, cacahuetes) a los menores de 5 años.
- Educar a los niños en edad escolar para que eviten introducirse material escolar de pequeño tamaño en la boca.
- Evitar hacer reír o hablar a un niño cuando está comiendo.
Fuente: Saludalia.com.
2 opiniones:
Hola!
hacia un tiempillo que no me pasaba por aqui...no volvera a pasar!!! porque ahora que he vuelto y me he puesto a leer te digo que me encanta y, ademas, de muy facil de entender...gracias!!
Voy a poner tu link en mi blog...pasate por el mio y puedes copiar mi codigo:
www.onlyforbabies.blogspot.com
Gracias!!
Buen fin de semana!!!!
Perfecta explicacion la tuya!!!me encanta! gracias por poner el link de mi blog...por supuesto que ahora mismo voy a poner el vuestro...y ademas muy contenta y orgullosa de teneros en mi pagina...veo gran calidad en el blog.
Un abrazo!
Publicar un comentario
Gracias por opinar!!!
La Administración del Staff tiene el derecho de seleccionar qué comentarios serán publicados. Quedan terminantemente prohibidos todos aquellos que contenga insultos, spam o que su clara intención sean generar problemas. Serán inmediatamente eliminados.